Es una potente neurotoxina de origen marino, que se asocia a la proliferación de un alga llamada Ptychodiscus brevis. Esta toxina se considera responsable de muertes masivas de peces en zonas donde por sus características climáticas prolifera el alga (golfo de México, Japón, etc.), provocando un fenómeno conocido como marea roja. En relatos bíblicos ya se habla de éste fenómeno natural.
Neurotoxina de origen marino
Es una potente neurotoxina de origen marino, que se asocia a la proliferación de un alga llamada Ptychodiscus brevis. Esta toxina se considera responsable de muertes masivas de peces en zonas donde por sus características climáticas prolifera el alga (golfo de México, Japón, etc.), provocando un fenómeno conocido como marea roja. En relatos bíblicos ya se habla de éste fenómeno natural.
Intoxicación con Brevetoxina B
La ingesta de moluscos contaminados con este tipo de toxinas produce una intoxicación que se manifiesta al comienzo por un hormigueo en los labios, lengua, boca y cara. Luego se extiende y se pierde la fuerza muscular. Pueden aparecer parálisis, dificultad respiratoria, náuseas, mareos y vómitos. Estos síntomas suelen aparecer dentro de los 30 a 60 minutos después de la ingesta. Si los moluscos concentran una elevada cantidad de toxina, la intoxicación puede ser mortal y desarrollarse en muy poco tiempo. Se han notificado casos de muerte a los quince minutos de la ingesta.
Características Generales de las Biotoxinas Marinas
Entiéndase por biotoxinas marinas a los compuestos venenosos producidos por microorganismos marinos (algas) y que son acumulados por los moluscos bivalvos, destacándose los siguientes síndromes:
1) Toxina Paralizante de los Molusco (Paralytic Shellfish Poisoning) = VPM ó PSP (Saxitoxina)
Las toxinas PSP son un grupo de 21 tetrahidropurinas, todas ellas son análogas a la Saxitoxina (STX), la primera tipificada y la más estudiada, divididos en cuatro subgrupos: i) carbamato (STX, neoSTX y las gonyautoxinas (GNTX1-4); ii) N-sulfo-carbamoil (GNTX5-6, C1-4); iii) decarbamoil (dc-) (dcSTX, dcneoSTX, dcGNTX1-4); y iv) compuestos de desoxidecarbamoil (do-) (doSTX, doneoSTX y doGNTX1). Las toxinas PSP son termoestables en pH ácido (salvo los componentes del N-sulfo-carbamoil), pero inestables en condiciones alcalinas, oxidándose fácilmente.
Los dinoflagelados del género Alexandrium (conocido como Gonyaulax o Protogonyaulax) son los principales responsables de la producción de estas toxinas en zonas de clima tropical o templado. En las costas del Pacífico Mexicano han ocurrido eventos tóxicos por PSP, donde se ha identificado como responsable a las especies Gymnodinium catenatum y Pyrodinium bahamense var compressum.
TOXICIDAD
La hemotalasia puede ser acompañada por fenómenos de mortalidad elevada de diversos animales marinos, unas veces, y otras por síntomas patológicos en animales homeotermos terrestres, incluyendo el hombre, que consume invertebrados extraídos del mar. La mortalidad de animales marinos no significa necesariamente toxicidad del fitoplancton. Cuando éste es muy abundante produce dos efectos: 1) Taponamiento o recubrimiento de las branquias (estructuras respiratorias) 2) Asfixia por falta de oxígeno en el agua (anoxia). Pero también existe fitoplancton tóxico, muchas especies de Dinoflagelados producen moléculas complejas con altas propiedades tóxicas (toxinas). Este tipo de fitoplancton produce dos tipos mayores de veneno: - Uno ejerce su acción sobre poiquilotermos marinos (en especial peces). La presencia normal de estos Dinoflagelados no provoca trastornos visibles en la fauna, hasta que la concentración llega a ser de varios cientos de miles/litro. - Otro, no afecta mayormente a la fauna acuática pero sí a los vertebrados homeotermos que ingieren algunos moluscos bivalvos. Estos moluscos se alimentan por filtración del agua de mar, que contiene el plancton. Cuando entre sus componentes se encuentran los Dinoflagelados tóxicos, los moluscos que filtran entre 20 y 70 litros de agua por día, acumulan toxinas en relación directa con la cantidad de Dinoflagelados presentes. Las toxinas se retienen en el tracto digestivo, sifones branquiales, cavidad paleal y especialmente en el hepatopáncreas, donde se acumulan. La presencia de las toxinas no tiene ningún efecto sobre los moluscos, ni altera su aspecto, olor, sabor, etc. El molusco tóxico no presenta ninguna alteración que permita diferenciarlos de los normales. En nuestro país los moluscos bivalvos más afectados son: Cholga, Mejillón, Vieyra, Almeja rayada y Falsa ostra. Si se comen estos bivalvos cuando están tóxicos, en muy corto tiempo se desarrolla un cuadro clínico típico.
Toxicidad en seres humanos
La concentración causante de las intoxicaciones por PSP en los seres humanos varía considerablemente. Esto se debe principalmente a diferencias de sensibilidad individuales y a oscilaciones del método de determinación.
Síntomas tóxicos
En casos leves, los síntomas clínicos de intoxicación con PSP incluyen una sensación de hormigueo o entumecimiento alrededor de los labios que generalmente aparece dentro de los 30 minutos. Sin duda, esto se debe a la absorción local de las toxinas PSP por las mucosas bucales. Luego el hormigueo o entumecimiento se extiende progresivamente por el rostro y el cuello. Con frecuencia, el paciente experimenta una sensación de picazón en las puntas de los dedos de las manos y de los pies, cefaleas, mareos, nauseas, vómitos y diarrea y, ocasionalmente, también ceguera temporal. La mayoría de los síntomas aparecen rápidamente (en cuestión de horas), pueden durar varios días y son prácticamente invariables en todos los casos de intoxicación paralítica por mariscos. Estos síntomas preceden una debilidad muscular característica ya que los nervios sensoriales son más finos y tienen internodos más cortos que los nervios motores y son los primeros afectados por cualquier agente de bloqueo axonal.
En intoxicaciones moderadamente graves, la parestesia se extiende a los brazos y las piernas, que presentan también debilidad motriz. El paciente padece también vahídos y articulación incoherente. Con frecuencia se observan manifestaciones del cerebelo, como por ejemplo ataxia, falta de coordinación motora y dismetría. Las primeras dificultades respiratorias se manifiestan con una sensación de ahogo alrededor de la garganta. En casos de intoxicación grave, la parálisis muscular se extiende y se agrava. Generalmente, el pulso no presenta anormalidades alarmantes. En algunos casos, entre dos y 24 horas luego de la ingestión el paciente presenta dificultades respiratorias graves y muere por parálisis respiratoria.
Tratamiento
El tratamiento clínico de las víctimas es integral. Si no hubo vómitos espontáneos, se procede con emesis inducida o con lavado gástrico para eliminar las fuentes de toxinas aún no absorbidas. En un medio ácido como el gástrico, las toxinas PSP tienen mucha carga y el carbón activado las absorbe eficazmente.
Estos pasos son de suma importancia en el tratamiento de niños intoxicados ya que la gravedad de la intoxicación es directamente proporcional a la concentración de toxinas en el cuerpo.
En casos moderadamente graves, el objetivo primordial es mantener respirando al paciente. En casos de intoxicación por PSP sin complicaciones, las vías respiratorias no se obstruyen con excreciones excesivas. La insuficiencia respiratoria se debe a distintos grados de parálisis de los nervios y músculos respiratorios por lo que se recomienda someter al paciente a respiración artificial con presión positiva, si corresponde. La acidosis que pudiera presentar el paciente se corrige con terapia de fluidos, que además facilita la excreción renal de toxinas.
Resulta eficaz el manejo integral, conservador y tradicional del paciente. Si el sobrevive 18 horas, la prognosis es buena y la recuperación total rápida. Algunos autores sostienen que en nueve horas se logra la disminución fisiológica de la concentración de toxinas hasta grados relativamente inofensivos, salvo en casos con concentraciones iniciales de toxinas muy elevadas o en víctimas con disfunción renal. Del punto de vista médico, las únicas medidas aceptables en casos de intoxicación con
STX son la respiración artificial y el lavado gástrico. En casos de intoxicación grave, la respiración artificial no siempre es recomendable.
1) Toxina Paralizante de los Molusco (Paralytic Shellfish Poisoning) = VPM ó PSP (Saxitoxina)
Las toxinas PSP son un grupo de 21 tetrahidropurinas, todas ellas son análogas a la Saxitoxina (STX), la primera tipificada y la más estudiada, divididos en cuatro subgrupos: i) carbamato (STX, neoSTX y las gonyautoxinas (GNTX1-4); ii) N-sulfo-carbamoil (GNTX5-6, C1-4); iii) decarbamoil (dc-) (dcSTX, dcneoSTX, dcGNTX1-4); y iv) compuestos de desoxidecarbamoil (do-) (doSTX, doneoSTX y doGNTX1). Las toxinas PSP son termoestables en pH ácido (salvo los componentes del N-sulfo-carbamoil), pero inestables en condiciones alcalinas, oxidándose fácilmente.
Estructuras químicas de las toxinas PSP
El bioensayo en ratón es el método tradicionalmente utilizado para determinar la presencia de toxinas PSP en moluscos.
Agente causal
Los dinoflagelados del género Alexandrium (conocido como Gonyaulax o Protogonyaulax) son los principales responsables de la producción de estas toxinas en zonas de clima tropical o templado. En las costas del Pacífico Mexicano han ocurrido eventos tóxicos por PSP, donde se ha identificado como responsable a las especies Gymnodinium catenatum y Pyrodinium bahamense var compressum.
TOXICIDAD
La hemotalasia puede ser acompañada por fenómenos de mortalidad elevada de diversos animales marinos, unas veces, y otras por síntomas patológicos en animales homeotermos terrestres, incluyendo el hombre, que consume invertebrados extraídos del mar. La mortalidad de animales marinos no significa necesariamente toxicidad del fitoplancton. Cuando éste es muy abundante produce dos efectos: 1) Taponamiento o recubrimiento de las branquias (estructuras respiratorias) 2) Asfixia por falta de oxígeno en el agua (anoxia). Pero también existe fitoplancton tóxico, muchas especies de Dinoflagelados producen moléculas complejas con altas propiedades tóxicas (toxinas). Este tipo de fitoplancton produce dos tipos mayores de veneno: - Uno ejerce su acción sobre poiquilotermos marinos (en especial peces). La presencia normal de estos Dinoflagelados no provoca trastornos visibles en la fauna, hasta que la concentración llega a ser de varios cientos de miles/litro. - Otro, no afecta mayormente a la fauna acuática pero sí a los vertebrados homeotermos que ingieren algunos moluscos bivalvos. Estos moluscos se alimentan por filtración del agua de mar, que contiene el plancton. Cuando entre sus componentes se encuentran los Dinoflagelados tóxicos, los moluscos que filtran entre 20 y 70 litros de agua por día, acumulan toxinas en relación directa con la cantidad de Dinoflagelados presentes. Las toxinas se retienen en el tracto digestivo, sifones branquiales, cavidad paleal y especialmente en el hepatopáncreas, donde se acumulan. La presencia de las toxinas no tiene ningún efecto sobre los moluscos, ni altera su aspecto, olor, sabor, etc. El molusco tóxico no presenta ninguna alteración que permita diferenciarlos de los normales. En nuestro país los moluscos bivalvos más afectados son: Cholga, Mejillón, Vieyra, Almeja rayada y Falsa ostra. Si se comen estos bivalvos cuando están tóxicos, en muy corto tiempo se desarrolla un cuadro clínico típico.
Toxicidad en seres humanos
La concentración causante de las intoxicaciones por PSP en los seres humanos varía considerablemente. Esto se debe principalmente a diferencias de sensibilidad individuales y a oscilaciones del método de determinación.
Síntomas tóxicos
En casos leves, los síntomas clínicos de intoxicación con PSP incluyen una sensación de hormigueo o entumecimiento alrededor de los labios que generalmente aparece dentro de los 30 minutos. Sin duda, esto se debe a la absorción local de las toxinas PSP por las mucosas bucales. Luego el hormigueo o entumecimiento se extiende progresivamente por el rostro y el cuello. Con frecuencia, el paciente experimenta una sensación de picazón en las puntas de los dedos de las manos y de los pies, cefaleas, mareos, nauseas, vómitos y diarrea y, ocasionalmente, también ceguera temporal. La mayoría de los síntomas aparecen rápidamente (en cuestión de horas), pueden durar varios días y son prácticamente invariables en todos los casos de intoxicación paralítica por mariscos. Estos síntomas preceden una debilidad muscular característica ya que los nervios sensoriales son más finos y tienen internodos más cortos que los nervios motores y son los primeros afectados por cualquier agente de bloqueo axonal.
En intoxicaciones moderadamente graves, la parestesia se extiende a los brazos y las piernas, que presentan también debilidad motriz. El paciente padece también vahídos y articulación incoherente. Con frecuencia se observan manifestaciones del cerebelo, como por ejemplo ataxia, falta de coordinación motora y dismetría. Las primeras dificultades respiratorias se manifiestan con una sensación de ahogo alrededor de la garganta. En casos de intoxicación grave, la parálisis muscular se extiende y se agrava. Generalmente, el pulso no presenta anormalidades alarmantes. En algunos casos, entre dos y 24 horas luego de la ingestión el paciente presenta dificultades respiratorias graves y muere por parálisis respiratoria.
Tratamiento
El tratamiento clínico de las víctimas es integral. Si no hubo vómitos espontáneos, se procede con emesis inducida o con lavado gástrico para eliminar las fuentes de toxinas aún no absorbidas. En un medio ácido como el gástrico, las toxinas PSP tienen mucha carga y el carbón activado las absorbe eficazmente.
Estos pasos son de suma importancia en el tratamiento de niños intoxicados ya que la gravedad de la intoxicación es directamente proporcional a la concentración de toxinas en el cuerpo.
En casos moderadamente graves, el objetivo primordial es mantener respirando al paciente. En casos de intoxicación por PSP sin complicaciones, las vías respiratorias no se obstruyen con excreciones excesivas. La insuficiencia respiratoria se debe a distintos grados de parálisis de los nervios y músculos respiratorios por lo que se recomienda someter al paciente a respiración artificial con presión positiva, si corresponde. La acidosis que pudiera presentar el paciente se corrige con terapia de fluidos, que además facilita la excreción renal de toxinas.
Resulta eficaz el manejo integral, conservador y tradicional del paciente. Si el sobrevive 18 horas, la prognosis es buena y la recuperación total rápida. Algunos autores sostienen que en nueve horas se logra la disminución fisiológica de la concentración de toxinas hasta grados relativamente inofensivos, salvo en casos con concentraciones iniciales de toxinas muy elevadas o en víctimas con disfunción renal. Del punto de vista médico, las únicas medidas aceptables en casos de intoxicación con
STX son la respiración artificial y el lavado gástrico. En casos de intoxicación grave, la respiración artificial no siempre es recomendable.
¿Qué es la Marea Roja?
La Marea Roja es un fenómeno natural caracterizado por el aumento de ciertos microorganismos del Fitoplancton, no necesariamente asociado a un cambio de coloración del agua del mar. Dichos microorganismos provocan el Veneno Paralizante de Mariscos (VPM) que se denomina Alexandrium catenella. Este organismo posee un ciclo de vida natural de crecimiento y de decrecimiento, pero bajo condiciones ambientales favorables y no del todo conocidos, como podrían ser la temperatura, sal, nutrientes y también otros factores como la contaminación producida por el medio antrópico, se multiplican repentinamente y sin control, aumentando su concentración en el agua. Estos organismos producen un veneno que es acumulado por los moluscos, los cuales al ser ingeridos por los seres humanos, produce intoxicación de intensidad variada, la cual puede llegar a la muerte.
Hablar de marea roja es sinónimo de preocupación en las costas chilenas, ya sea por el riesgo de intoxicación por consumo de mariscos y pescados o por las pérdidas de cosechas pesqueras, que se traduce en un fuerte impacto en la economía local de la zona afectada.
En función de los últimos casos en que el número de intoxicados a nivel nacional por esta bacteria (Vibrión parahemolítico) en lo que va del año se elevó a 5.445, de los cuales 2.592 pertenecen a la X Región de Los Lagos, la cual sigue siendo la más afectada, en la VIII Región del Biobío, los enfermos suman 824, mientras que en la V Región de Valparaíso son 794, en la capital, la cifra subió a 636 afectados. Las autoridades de Salud incrementarán la fiscalización de restaurantes y locales de venta de productos marinos e insistirán en su llamado a la población a que consuman los mariscos cocidos.
Sin embargo, el Seremi de la X Región descartó la posibilidad de prohibir la extracción de mariscos como una forma de combatir el Vibrión parahemolítico. Dicha medida rige actualmente en algunos puntos de la región que están afectados por la Marea Roja.
CONSECUENCIAS DE LA BREVETOXINA
ACUACULTURA
La acuacultura puede dividirse en limnicultura y marinicultura, que se refieren a la producción de especies dulceacuícolas y marinas, respectivamente. Los animales se cultivan en estanques,
tanques, lagunas o jaulas.
El medio ambiente acuático abarca una amplia variedad de parámetros y prácticamente todos ellos influyen sobre el mantenimiento de la homeostasis, siendo esenciales para el crecimiento y reproducción de los peces. Si estos factores se alteran más allá de los límites aceptables pueden predisponer o incluso causar alguna enfermedad, entre los más importantes se encuentran los factores físicos tales como la temperatura, la intensidad y la periodicidad de la luz (incluyendo el sombreado y los colores de fondo), la composición química del agua, su contenido biológico, la disponibilidad de espacio y alimento y la frecuencia de estímulos de temor tales como:
SANIDAD
La existencia de patógenos causales de enfermedades en los organismos acuáticos cultivados, silvestres y de ornato, requiere disponer de métodos de prueba adecuados que permitan una identificación oportuna en el caso de que se presenten brotes o mortalidades en una granja, en los ejemplares capturados del medio natural que son utilizados en la producción, en el procedimiento de certificación del estado de salud de los peces, etc. Así mismo, se sabe de la presencia de ejemplares “portadores”, en los que al no presentar signos aparentes o visibles de la enfermedad, representan un riesgo para los productores, cuando se importan, exportan o movilizan.
Las enfermedades en organismos acuáticos se dividen en “Enfermedades Certificables”, que son aquellas de las que actualmente no se dispone de tratamiento alguno para su control, y las “Enfermedades Notificables”, en las cuales los patógenos causales de enfermedad son susceptibles de ser controlados mediante la aplicación de algún medicamento o sustancia química para su tratamiento, aunque son causantes de grandes mortalidades y las “Enfermedades Comunes” que son como su nombre lo indica muy frecuentes en las granjas y pueden o no causar problemas.
El estado de enfermedad se traduce en los peces por la aparición de anomalías del comportamiento: síntomas y/o de la integridad corporal: lesiones, lo que supone un descenso de los rendimientos y, a menudo, la muerte de los sujetos afectados.
Estas manifestaciones mórbidas son debidas a causas de orden físico, químico o biológico, actuando solas o en asociación, con el fin de perturbar las funciones fisiológicas del animal.
Los bioagresores, que representan la causas biológicas de enfermedad son los virus, bacterias y parásitos como protozoarios, crustáceos, nematodos y su fisiología, está condicionada por factores físicos y químicos del medio ambiente, pero se requiere identificar con precisión cual es este agente causal, evitando de esta manera problemas posteriores como resistencia que complique en el futuro su tratamiento.
La actividad humana viene a añadir nuevos riesgos introduciendo en el medio acuático sustancias peligrosas que no se encontraban originalmente allí, o desarrollando prácticas que aumentan los efectos patógenos de los factores físicos, químicos o biológicos presentes en el medio haciéndolos inadecuados para los peces.
Cómo reconocer que un pez está enfermo
La acuacultura puede dividirse en limnicultura y marinicultura, que se refieren a la producción de especies dulceacuícolas y marinas, respectivamente. Los animales se cultivan en estanques,
tanques, lagunas o jaulas.
El medio ambiente acuático abarca una amplia variedad de parámetros y prácticamente todos ellos influyen sobre el mantenimiento de la homeostasis, siendo esenciales para el crecimiento y reproducción de los peces. Si estos factores se alteran más allá de los límites aceptables pueden predisponer o incluso causar alguna enfermedad, entre los más importantes se encuentran los factores físicos tales como la temperatura, la intensidad y la periodicidad de la luz (incluyendo el sombreado y los colores de fondo), la composición química del agua, su contenido biológico, la disponibilidad de espacio y alimento y la frecuencia de estímulos de temor tales como:
SANIDAD
La existencia de patógenos causales de enfermedades en los organismos acuáticos cultivados, silvestres y de ornato, requiere disponer de métodos de prueba adecuados que permitan una identificación oportuna en el caso de que se presenten brotes o mortalidades en una granja, en los ejemplares capturados del medio natural que son utilizados en la producción, en el procedimiento de certificación del estado de salud de los peces, etc. Así mismo, se sabe de la presencia de ejemplares “portadores”, en los que al no presentar signos aparentes o visibles de la enfermedad, representan un riesgo para los productores, cuando se importan, exportan o movilizan.
Las enfermedades en organismos acuáticos se dividen en “Enfermedades Certificables”, que son aquellas de las que actualmente no se dispone de tratamiento alguno para su control, y las “Enfermedades Notificables”, en las cuales los patógenos causales de enfermedad son susceptibles de ser controlados mediante la aplicación de algún medicamento o sustancia química para su tratamiento, aunque son causantes de grandes mortalidades y las “Enfermedades Comunes” que son como su nombre lo indica muy frecuentes en las granjas y pueden o no causar problemas.
El estado de enfermedad se traduce en los peces por la aparición de anomalías del comportamiento: síntomas y/o de la integridad corporal: lesiones, lo que supone un descenso de los rendimientos y, a menudo, la muerte de los sujetos afectados.
Estas manifestaciones mórbidas son debidas a causas de orden físico, químico o biológico, actuando solas o en asociación, con el fin de perturbar las funciones fisiológicas del animal.
Los bioagresores, que representan la causas biológicas de enfermedad son los virus, bacterias y parásitos como protozoarios, crustáceos, nematodos y su fisiología, está condicionada por factores físicos y químicos del medio ambiente, pero se requiere identificar con precisión cual es este agente causal, evitando de esta manera problemas posteriores como resistencia que complique en el futuro su tratamiento.
La actividad humana viene a añadir nuevos riesgos introduciendo en el medio acuático sustancias peligrosas que no se encontraban originalmente allí, o desarrollando prácticas que aumentan los efectos patógenos de los factores físicos, químicos o biológicos presentes en el medio haciéndolos inadecuados para los peces.
Cómo reconocer que un pez está enfermo
Todos los seres vivos cuando tienen alguna enfermedad lo manifiestan de varias maneras y los peces no son la excepción ya que pueden manifestarse por alteraciones del comportamiento que afectan principalmente a las funciones de relación y de nutrición, las primeras trastornan el equilibrio estático o locomotor, el mimetismo, el dinamismo del animal que oscila entre la hiperexitabilidad y la postración.
Las funciones de nutrición requieren en primer lugar, apetito, la inapetencia es factor común en las grandes infecciones y, en todos los casos el indicador de la presencia de una anomalía; el ritmo respiratorio es necesario observarlo, pues indica a menudo una afección branquial o una perturbación del medio ambiente.
Las lesiones externas afectan en primer lugar al estado general y a las proporciones corporales (estado de conformación, malformaciones, deformaciones), alteran también la presencia de cuerpos extraños, las secreciones (moco), las descamaciones. Además de los cambios de pigmentación, la aparición de hemorragias subcutáneas y la coloración branquial (reveladora de una eventual anemia). Finalmente existen manifestaciones ulceronecróticas de los tegumentos
Los agentes infecciosos de los peces se encuentran estrechamente influenciados por el medio ambiente. El fenómeno que designamos regular e indiscriminadamente como estrés se presenta cuando se producen cambios bruscos en uno o más parámetros fisicoquímicos del agua, por lo que es importante realizar monitores periódicos, observando con especial cuidado los cambiosclimatológicos (días luz, precipitación pluvial, etc.) y valorar cuidadosamente los procesos de eutroficación, en especial cuando se trata de cultivos intensivos.
En los estanques también cohabitan moluscos, lo cuales hospedan fases larvarias de tremátodos digéneos, por lo cual su estudio también es parte de la sanidad piscícola, al igual que los crustáceos y otros invertebrados, donde se desarrollan fases larvarias de céstodos, nemátodos y
acantocéfalos. A todos estos factores (bióticos y abióticos) involucrados en la sanidad piscícola se les conoce como etiología.
Medidas preventivas generales
La mejor medida profiláctica para mantener a los peces saludables y en buen crecimiento es la higiene, incluyendo la calidad del agua, que debe permitir el recambio suficiente y necesario de acuerdo a la especie; así como tener redes en las entradas de agua para evitar el arribo de agentes parasitarios, cultivar tallas homogéneas y números de organismos con relación al tamaño del estanque para evitar el hacinamiento, dar raciones alimenticias adecuadas a la fase de desarrollo del organismo y su talla; al final del ciclo de producción, secar y encalar el estanque para destruir los huevos de parásitos; evitar el uso indiscriminado de químicos, los cuales afectan el medio ambiente y si no son los adecuados, lejos de ayudar al cultivo, pueden acelerar la mortalidad masiva de los organismos.
Profilaxis
La profilaxis comprende toda actividad encaminada a prevenir las enfermedades de peces. La prevención es el mecanismo más apropiado y saludable para los organismos y para el medio acuático, evitando los posibles daños secundarios por contaminación a los sistemas vivos (por sustancias químicas) que forman parte del hábitat con el cual los peces mantienen una estrecha interrelación. Es mejor prevenir una enfermedad que tratarla, por lo que se recomienda no cultivar peces en estanques donde la manifestación del agente patógeno es inevitable, así, si se desea repoblar un estanque u otro vaso acuífero superficial (lago, río, laguna) se debe hacer un estudio previo del ecosistema, proporcionando a los peces un medio ambiente favorable para su desarrollo.
Aplicación de vacunas
La vacunación también es una medida profiláctica para evitar la manifestación de los agentes patógenos. Esta se lleva a cabo con virus o bacterias atenuadas o muertas y es una medida preventiva muy valiosa, sobre todo en zonas endémicas. Esta puede aplicarse por vía oral o sanguínea, lamentablemente nuestro país no se han desarrollado suficientes vacunas y no es fácil encontrarlas en el mercado.
Aplicación de antibióticos
Si se piensa tratar alguna enfermedad bacteriana con antibióticos, se debe tener en cuenta que las bacterias tienen una gran capacidad para desarrollar resistencia contra éstos. De esta forma, la primera vez que se aplica el antibió- tico puede obtenerse un resultado excelente, pero la siguiente es muy probable que ya no tenga el mismo efecto.
La supervivencia de los parásitos después de la muerte del hospedero dependerá de la temperatura a la que se mantenga.
Mientras más frío mayor será la supervivencia de los parásitos.
Los parásitos internos pueden migrar desde sus sitios de infección y los parásitos externos pueden soltarse de sus hospederos muertos. Cualesquiera que sean los procesos por los que las muestras de los peces hospederos sean enviadas a los laboratorios de diagnóstico, el hospedero deberá ser procesado después de su muerte tan pronto como sea posible.
El examen de peces completos preservados en ocasiones es difícil, debido a la rigidez de los músculos fijados. Bajo ciertas condiciones, cuando el material fresco no es práctico o necesario, las vísceras pueden extraerse totalmente, cortando la unión faringe-esófago y en el ano. La vejiga gaseosa y el riñón son extraídos en este momento. Las vísceras son fijadas entonces y se almacenan hasta que puedan ser examinadas. Una vez fijadas, también pueden ser transportada envolviéndolas en papel secante mojado en formalina al 5-10% dentro de una bolsa de plástico sellada. Los dos extremos, el esófago y el ano, pueden ser atados con un cordel, para evitar la pérdida del contenido.
Envío de muestras para detectar bacterias
El diagnóstico bacteriológico de las muestras siempre deberá hacerse en peces vivos y antes de abrirlos se deberá hacer una exploración externa minuciosa, anotando todas las anormalidades que se observen, tales como: color en el cuerpo, exoftalmia, áreas hemorrágicas, inflamación úlceras, deformación de las branquias, aletas deshilachadas, mucus, etc. Para realizar la exploración interna es necesario sacrificar al pez, ya sea por el método de incisión en el cuello, utilizando corriente eléctrica, o bien, mediante el uso de anestésicos. Inmediatamente se deberá proceder a la exploración interna y a la colecta de muestras para el análisis bacteriológico.
http://www.xoc.uam.mx/pronalsa/boletin/Boletin%2015.pdf
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